Month: agosto 2015

¡Otra vez!


Mientras leía el mensaje en mi teléfono, empezó a subirme la temperatura y me hervía la sangre. Estaba a punto de responder con otro mensaje desagradable, cuando una voz interior me dijo que me calmara y que contestara al día siguiente. Después de dormir bien, el tema que me había molestado tanto parecía una tontería. Había reaccionado en forma desmedida porque no quería dar prioridad a las necesidades de otra persona. No estaba dispuesta a incomodarme para ayudar a alguien.


Un retrato de Jesús


En uno de sus libros, Robert Henkes escribe: «Un retrato no es una fotografía ni un reflejo exacto». En realidad, va más allá de reflejar la apariencia externa; demuestra la profundidad emocional del alma. En un retrato, un auténtico artista trata de «plasmar la esencia de la persona».


Debe y haber


Cuando mi esposo enseñaba contabilidad en una universidad local, hice uno de los exámenes, solo por diversión, para ver cuánto sabía. Los resultados no fueron buenos. Contesté mal todas las preguntas porque no entendí la premisa de un concepto bancario básico: invertí el debe y el haber.


He venido a ayudar

La vívida descripción del periodista Jacob Riis de la pobreza en la ciudad de Nueva York en el siglo xix horrorizó a un público generalmente complaciente. En su libro, combinaba el texto con fotografías, a fin de que el cuadro fuera tan real que el público tomara conciencia de la angustiante existencia de la pobreza. Por ser el tercero de quince hermanos, pudo escribir con tanto realismo porque había vivido en ese mundo de terrible pobreza.


Masa en el bol

Mi hija y yo consideramos que los brownies son una de las siete maravillas del mundo culinario. Un día, mientras mezclábamos los ingredientes de nuestra receta favorita, mi hija me preguntó si podía dejar un poco de masa en el bol después de colocarla en el molde para hornear. Ella quería saborear lo que quedaba. Sonreí y le dije que sí. Después, agregué: «¿Sabes cómo se llama eso? Recoger y juntar. Y esto no comenzó con los brownies».


Impredecible


En 2003, en el Abierto de Golf Femenino de los Estados Unidos, la relativamente desconocida Hilary Lunke se aseguró el premio más importante en ese deporte… y un lugar en la historia. No solo ganó la final en los 18 hoyos, sino que también fue su primera victoria como profesional. Su triunfo sorprendente e inspirador confirma una de las verdades más emocionantes en cuanto a los deportes: su imprevisibilidad.


Una nueva manera de vivir

 

Después de 17 años de adicción a las drogas y el alcohol, perseguir mujeres, haber abandonado la universidad y fracasado en mi carrera musical, encontré consuelo en la Escritura y en Narcóticos Anónimos. Mientras me encontraba en rehabilitación, un muchacho empezó a leer el libro de Proverbios en grupos. Otro de mis consejeros me mostró Romanos 8. Agregué estas…

El amor de Dios en medio de una pérdida

 

A los 24 años de edad, mi hermano contrajo una enfermedad terminal y, al tiempo, se fue con el Señor. Le diagnosticaron SIDA, algo que nunca pensamos que podía suceder en nuestra familia. Pasamos con él todo el tiempo que pudimos y, cerca del final de su vida, los familiares nos turnábamos para acompañarlo en el hospital. En esa…

Criticones anónimos


Como muchos, cuando leo un periódico o una revista, detecto los erores de ortografía y de gramática. (Lo notaste, ¿no?). No estoy tratando de encontrar errores; ¡me saltan a la vista! Mi reacción habitual es criticar la publicación y a las personas que la producen: «¿Por qué no usan el corrector automático o contratan a alguien que revise el texto?».


Privilegio de familia


Cuando estaba en la escuela primaria, en Ghana, tuve que vivir con una familia amorosa y protectora, lejos de mis padres. Un día, todos los hijos se reunieron para un encuentro familiar especial. Primero, todos tuvimos que compartir experiencias personales. Pero, después, cuando solo se requirió la presencia de los «hijos de sangre», me pidieron gentilmente que saliera. En ese momento, la realidad me golpeó: yo no era un «hijo de la casa». Aunque me amaban, me pidieron que saliera, porque solamente vivía con ellos, sin formar legalmente parte de la familia.